(Compuesto con frases de Santa Clara, con reflexiones de la hermana Teresa Angeles)
Domingo de Ramos 1212
Clara de Favarone animada con el ejemplo y las enseñanzas de Francisco abraza el camino de pobreza, humildad y anonadamiento del hijo de Dios.
En este Domingo ella entra en la Pasión de Cristo siguiendo sus huellas, no quiere ser simple espectadora, sino que anhela que su vida entera esté impregnada de la vida de su Señor, de su Pasión y de su Cruz para gozar con él de su gloriosa resurrección.
Recorramos la Vía dolorosa acompañadas de Clara de Asís.
I
Jesús es condenado a muerte
“Breve es aquí nuestro trabajo, la recompensa, en cambio, eterna; que no te confunda el estrépito del mundo que huye como una sombra; que no te hagan perder el juicio los vanos fantasmas de este siglo falaz; cierra los oídos a los silbidos del infierno y, fuerte, quebranta sus embestidas; soporta de buen grado los males adversos, y que los bienes prósperos no te ensoberbezcan: pues estos piden fe, y aquellos la exigen; cumple con fidelidad lo que has prometido a Dios, y Él te retribuirá”. (Carta a Ermentrudis )
Oración
Altísimo Señor Jesucristo que sufriste ser condenado a muerte para liberarnos del poder del mal, concédenos que, a ejemplo de Francisco y Clara, aceptemos con paciencia las adversidades, para que podamos gozar como ellos de tus consuelos.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
II
Jesús toma su Cruz
“Oh carísima, mira al cielo que nos invita, y toma la cruz y sigue a Cristo, que nos precede; porque, tras diversas y numerosas tribulaciones, por él entraremos en su gloria. Ama con todas tus entrañas a Dios y a Jesús, su Hijo, crucificado por nosotros pecadores, y que su memoria no se aparte nunca de tu mente”. (Carta a Ermentrudis )
Oración
Señor Jesucristo, que abrazaste la cruz para salvarnos y liberarnos del yugo del pecado y de la muerte, te pedimos que a ejemplo de nuestra madre Clara, nuestro gozo sea seguirte llevando nuestra cruz, guardando en nuestra mente y corazón tu divina faz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
III
Jesús cae por primera vez
“ Son estrechos el camino y la senda, y es angosta la puerta por la que se va y se entra en la vida, son pocos los que caminan y entran por ella; y si hay algunos que durante un cierto tiempo caminan por la misma, son poquísimos los que perseveran en ella”. ( Testamento de Clara)
Oración
Señor Jesucristo, que caíste bajo el peso abrumador de la Cruz, por el misterio de tu fragilidad humana, concédenos que siempre que caigamos o desfallezcamos en el camino tu mano fuerte nos sostenga. Danos el caminar con fidelidad por el camino estrecho de la vida franciscana-clariana a ejemplo de nuestros fundadores y de tantos hermanos y hermanas nuestras.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
IV
Jesús encuentra a María su Madre
“Procura meditar continuamente los misterios de la cruz y los dolores de la Madre que está de pie junto a la cruz. Ora y vela siempre .Y la obra que has comenzado bien, llévala a cabo con empeño, y cumple el ministerio que has asumido en santa pobreza y en humildad sincera”. ( Carta a Ermentridis)
Oración
Señor Jesucristo, por el dolor que sufriste al encontrarte con tu madre en las calles de Jerusalén, concédenos que meditemos continuamente los misterios de tu pasión y muerte y los dolores de tu madre María como lo hicieron los santos y santas de nuestra orden franciscana-Capuchina.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
V
Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar su Cruz
“Veo que abrazas estrechamente con la humildad, con la fuerza de la fe y con los brazos de la pobreza, el incomparable tesoro escondido en el campo del mundo y de los corazones humanos, con el que se compra a Aquel por quien fueron hechas todas las cosas de la nada; y, para usar con propiedad las palabras del mismo Apóstol, te considero colaboradora del mismo Dios y apoyo de los miembros vacilantes de su Cuerpo inefable”. ( III Cta. a Inés)
Oración
Señor Jesucristo, que fuiste ayudado por el Cirineo en el camino de la cruz, concédenos que descubramos tu cuerpo doliente en todos los que sufren, que ayudándolos te ayudemos a ti, que hagamos nuestros sus dolores y que la ofrenda de nuestra vida consagrada redunde para bien de toda tu Iglesia.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
VI
La Verónica enjuga el rostro de Jesús
( La Abadesa-Madre) “Consuele a las afligidas. Sea también el último refugio de las atribuladas, no sea que, si faltaran en ella los remedios saludables, prevalezca en las débiles la enfermedad de la desesperación.
Todas están obligadas a proveer y a servir a sus hermanas enfermas como querrían ellas ser servidas si estuvieran afectadas por alguna enfermedad. Confiadamente manifieste la una a la otra su necesidad. Y si la madre ama y cuida a su hija carnal, ¿cuánto más amorosamente debe la hermana amar y cuidar a su hermana espiritual?” (IV Regla de Clara)
Oración
Señor Jesucristo, que en el camino de la Cruz aceptaste con gratitud que la Verónica enjugara tu rostro ensangrentado, otórganos por este misterio, que aliviemos a nuestras hermanas en sus sufrimientos y en ellas enjuguemos tu rostro, que sean reanimadas por nuestra caridad. Que sepamos servir a nuestras hermanas enfermas y atribuladas como lo hizo nuestra madre Clara.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
VII
Jesús cae por segunda vez
“Por consiguiente, si hemos entrado por el camino del Señor, guardémonos de apartarnos nunca en lo más mínimo de él por nuestra culpa e ignorancia, para que no hagamos injuria a tan gran Señor y a su Madre la Virgen y a nuestro bienaventurado padre Francisco, y a la Iglesia triunfante y también a la militante. Pues está escrito: Malditos los que se apartan de tus mandamientos. ( Testamento de Clara)
Oración
Señor Jesucristo, que caíste por segunda vez bajo el peso abrumador de la Cruz, por el misterio de esta segunda caída concedenos la gracia de levantarnos de nuestras continuas faltas, de nuestras tibiezas, desánimos y desalientos en la vivencia de nuestra consagración, que sigamos tus huellas con ardor de caridad como lo hicieron Francisco y Clara.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
VIII
Jesús Consuela a las hijas de Jerusalén
“No temas, hija, Dios, que es fiel en todas sus palabras, y santo en todas sus obras, derramará su bendición sobre ti y sobre tus hijas; y Él será vuestro auxilio y vuestro mayor consuelo; Él es nuestro redentor y la recompensa eterna”. ( Carta a Ermentrudis)
Oración
Señor Jesucristo, que exhortaste a las mujeres de Jerusalén a llorar más bien por sí mismas y por sus hijos, otórganos el que siempre nos gocemos de los bienes verdaderos y lloremos por nuestros vicios y pecados, viviendo en espíritu de continua conversión y penitencia.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
IX
Jesús cae por tercera Vez
“Durante todo el tiempo en que sea contumaz ( La hermana), hágase oración a fin de que el Señor ilumine su corazón para la penitencia. Pero la abadesa y sus hermanas deben guardarse de airarse y conturbarse por el pecado de alguna, porque la ira y la conturbación impiden en sí mismas y en las otras la caridad”. (IX Regla de Clara)
Oración
Señor Jesucristo, que caíste por tierra por tercera vez, sufriendo la humillación de sucumbir ante el peso de la cruz, por el misterio de esta tercera caída, concédenos que cuando persistamos en el pecado, tu luz ilumine nuestro corazón y nos mueva a penitencia.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
X
Jesús es despojado de sus vestiduras
“Por lo cual, de rodillas y postrada en cuerpo y alma, recomiendo todas mis hermanas, las que están y las que han de venir, a la santa madre Iglesia Romana, a fin de que, por amor de aquel Dios que pobre fue acostado en un pesebre, pobre vivió en el siglo y desnudo permaneció en el patíbulo, haga que siempre su pequeña grey guarde la santa pobreza que hemos prometido a Dios y a nuestro bienaventurado padre san Francisco, y se digne animarlas y conservarlas siempre en ella”. (44-47 Testamento)
Oración
Señor Jesucristo, que sufriste ser despojado de tus vestiduras y permaneciste desnudo en la Cruz por nuestra salvación, otórganos que por tu amor nos despojemos de las cosas terrenas y abracemos la santísima pobreza a ejemplo de nuestros fundadores.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
XI
Jesús es clavado en la Cruz
“Considera la humildad, al menos la bienaventurada pobreza, los innumerables trabajos y penalidades que soportó por la redención del género humano. Y al final del mismo espejo, contempla la inefable caridad, por la que quiso padecer en el árbol de la cruz y morir en el mismo del género de muerte más ignominioso de todos”.
“Por eso, el mismo espejo, puesto en el árbol de la cruz, advertía a los transeúntes lo que se tenía que considerar aquí, diciendo: ¡Oh vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante a mi dolor! (Lam 1,12); respondamos, digo, a una sola voz, con un solo espíritu, a quien clama y se lamenta con gemidos: ¡Me acordaré en mi memoria, y mi alma se consumirá dentro de mí! (Lam 3,20)”. (IV Carta a Inés de Praga)
Oración
Señor Jesucristo, que soportaste por la redención del género humano el que tus sagrados miembros fueran clavados en el árbol de la Cruz, sufriendo dolores atroces, Concédenos que guardemos en nuestra memoria continuamente tu sagrada pasión y la inefable caridad con que soportante por nuestro amor tan grandes sufrimientos. Que seamos inflamadas en este ardor de caridad.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
XII
Jesús muere en la Cruz
“Míralo hecho despreciable por ti y síguelo, hecha tú despreciable por Él en este mundo. Reina nobilísima, mira atentamente, considera, contempla, deseando imitarlo, a tu Esposo, el más hermoso de los hijos de los hombres, que, por tu salvación, se ha hecho el más vil de los hombres, despreciado, golpeado y flagelado de múltiples formas en todo su cuerpo, muriendo en medio de las mismas angustias de la cruz”. (II Carta a Inés de Praga)
Oración
Señor Jesucristo, por el misterio tan grande de tu muerte en Cruz, concede a tu Iglesia y a todos los hombres que acojamos los frutos de tu muerte redentora, que sepamos corresponder amor con amor, caminando tras tus huellas sostenidas por tu Santo Espíritu.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
XIII
Jesús es bajado de la Cruz
“Por tanto, hermana carísima, o más bien, señora sumamente venerable, porque sois esposa y madre y hermana de mi Señor Jesucristo, tan esplendorosamente distinguida por el estandarte de la virginidad inviolable y de la santísima pobreza, confortaos en el santo servicio comenzado con el deseo ardiente del pobre Crucificado, el cual soportó la pasión de la cruz por todos nosotros, librándonos del poder del príncipe de las tinieblas, poder al que estábamos encadenados por la transgresión del primer hombre, y reconciliándonos con Dios Padre”. ( I Carta a Ines de Praga)
Oración
Señor Jesucristo, que fuiste bajado de la Cruz y puesto en los brazos de tu Madre dolorosa, quien contempló tu cuerpo roto, desfigurado y destrozado, y no desfalleció en la fe, viendo el fruto de su vientre, el depositario de todas las profecías, reducido a un cuerpo inerte. Concédenos, que acojamos en nuestros corazones a María como madre, pues ella es la herencia confiada por ti al discípulo que te acompaña hasta la cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo
XIV
El cuerpo de Jesús es depositado en el sepulcro
“Si sufres con Él, reinarás con Él; si lloras con Él, gozarás con Él; si mueres con Él en la cruz de la tribulación, poseerás con Él las mansiones celestes en el esplendor de los santos, y tu nombre será inscrito en el libro de la vida, y será glorioso entre los hombres. Por lo cual, participarás para siempre y por los siglos de los siglos, de la gloria del reino celestial a cambio de las cosas terrenas y transitorias, de los bienes eternos a cambio de los perecederos, y vivirás por los siglos de los siglos”. (II carta a Inés de Praga)
Oración
Señor Jesucristo, grano de trigo puesto en tierra, tu cuerpo fue depositado en el sepulcro aguardando con confianza, sabiendo que no serías abandonado a la corrupción del sepulcro, por los sagrados misterios de tu muerte y resurrección concédenos que como Clara suframos, lloremos y muramos contigo para vivir contigo por toda la eternidad.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo